Cuatro productoras privadas – la filial de Telefónica TBS, Mediapro, Secuoya y Tres 60- han presentado ofertas para hacerse con la gestión externalizada de las señales de audio y video, de Telemadrid, LaOtra y el canal Web con programas grabados y en directo. Así informa esta semana elconfidencialdigital.com
Un jugosísimo negocio de más de 8 millones de euros anuales en conceptos fijos y variables que pagarán, una vez más, los ciudadanos de Madrid y por el que no obtendrán un mejor servicio público. Negocio privado con dinero público. Esa es la razón única y verdadera del ilegal e injusto ERE de Telemadrid ejecutado por el Gobierno del PP y que ha sido declarado por el Tribunal Supremo como no ajustado a derecho.
Había que “limpiar” la cadena y despedir a 861 trabajadores para que el dinero del presupuesto de Telemadrid pudiera pasar de pagar nóminas de empleados a pagar generosos contratos con empresas “amigas” o bien relacionadas con el poder político.
Es el caso de TBS, la filial de Telefónica, que lleva realizando estos servicios en Telemadrid desde cuatro días después del envío masivo de burofaxes de despido el 12 de enero de 2013. Desde entonces, Telemadrid ha pagado a TBS unos 7.000.000 de euros .
Casualidades de la vida, el director general de Telemadrid José Antonio Sánchez, es directivo en excedencia de Telefónica. Ahora ha presentado, según elconfidencialdigital.com, el segundo presupuesto más caro del concurso con 4.743.960 en fijos y 2.653.698 en variables (IVA no incluido) sólo superado por el de Tres60 (propiedad de la compañía de capital riesgo HIG Capital) con 4.857.051 euros en costes fijos y 2.698.751 en variables.
Las ofertas más baratas son las de MediaPRO (4.232.000 en fijos y 2.372.133 en variables) y Secuoya (3.995.000 en fijos y 2.429.877, 10 euros en variables). Esta última, en la que estuvo de directivo hasta hace muy poco el polémico exportavoz de Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, ya lleva también un año y medio haciendo negocios en la Telemadrid post ERE a cuenta del servicio de cámaras ENG que presta su filial CBM.
Según las bases del concurso el contrato tiene una duración de un año a partir del día 16 de agosto de 2014. Pero atención: “Podrá ser prorrogado por anualidades, de mutuo acuerdo por las partes, hasta un máximo de cuatro (4) anualidades de vigencia total del contrato”. Un buen negocio, estable y con vocación de futuro. Eso, si vuelve a gobernar el PP en la Comunidad de Madrid tras las elecciones de mayo de 2015.
La dirección de Telemadrid decidirá en pocos días quién se come el goloso pastel de la externalización de las emisiones de la cadena. Llegados a este punto a nosotros nos da igual el nombre del empresario agraciado. Seguimos pensando – y nadie ha sido capaz de demostrarnos lo contrario- que el servicio para los madrileños sería mucho mejor y más barato si lo volvieran a prestar los trabajadores despedidos en el ERE de Telemadrid.
Pero a nuestro españolísimo y madrileñísimo neoliberalismo cañí de los negocios privados subvencionados y facilitados por el presupuesto público, no le vengan a estas alturas a hablar de conceptos como pluralidad, independencia, calidad, empleo estable y servicio público. Esas cosas no tienen nada que ver con el modelo de Telemadrid del señor Ignacio González y sus allegados.