La Inspección de Trabajo deja en evidencia a Telemadrid

La Inspección de trabajo curso recientemente visita al edificio de Telemadrid a petición de CGT. Nuestra petición era sencilla. Queríamos saber que puestos de trabajo quedan y que funciones realizan los trabajadores que los ocupan después del ERE que dejó en la calle a 861 trabajadores. Esta información se venía reclamando a la empresa desde el mismo día que se hizo efectivo el ERE sin que obtuviéramos respuesta alguna.

Telemadrid quería mantener esta información en secreto como parte de su estrategia legal de defensa en las demandas individuales de delegados sindicales, miembros del Comité de Empresa y en general de todos los trabajadores que por una u otra razón tienen posibilidades de ganar en juicio la reincorporación a su puesto de trabajo.

La empresa ha elaborado una estrategia ramplona consistente en alegar que nuestros puestos de trabajo ya no existen por lo que no se puede reincorporar a nadie. Las sentencias que van cayendo ya han puesto en evidencia lo limitado de esta estrategia pero el informe emitido por la Inspección de trabajo corre el velo y deja al descubierto la cruda realidad. Y esta no es otra que para hacer televisión hacen falta trabajadores, de dentro o de fuera, que la hagan. Sí, ya sabemos que es de Perogrullo pero por si algún juez no lo tiene claro, que alguno hay, este informe desglosa puestos, funciones y empresas a las que pertenecen los trabajadores que los ocupan, así como los cometidos asignados a las diversas empresas de producción que desarrollan su trabajo en el edifico de Telemadrid.

Telemadrid sigue sin dar explicaciones de a qué se dedican toda esa cohorte de coordinadores que mantiene en plantilla. Coordinadores que no sólo se pusieron de perfil mientras luchábamos por salvar nuestros puestos de trabajo sino que además siguen cobrando pluses por no hacer nada, como mucho ir a declarar a los juicios en contra de los trabajadores.

Esperamos que este informe ayude a todos los que siguen peleando judicialmente por volver a su puesto de trabajo. Esta historia no ha terminado ni mucho menos. Todavía queda por ver quien es el último que ríe.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *