Exposición: Esto sí es Telemadrid

Un recorrido por la historia del Ente Público Radio Televisión Madrid

Del  13 aL 18 de febrero

Sala Exoticae. C/Escorial 17, Madrid

Se acaba de cumplir el primer aniversario del ERE de Telemadrid, que supuso el injusto despido de 861 profesionales. Por eso los trabajadores de la radiotelevisión pública madrileña hemos creído conveniente realizar una exposición que muestre lo que ha sido durante estos años.

Queremos recordar a los madrileños la importancia de tener un medio de comunicación público que esté a su servicio y no al del Gobierno de turno. Los trabajadores despedidos por el ERE de hace un año sabemos que, en la actualidad, el Ente Público Radio Televisión Madrid se aleja mucho del servicio público plural, veraz e independiente que debiera ser y por el que llevamos años luchando.

Pero también estamos convencidos de que este servicio público, fundamental para la vertebración democrática de la sociedad madrileña, se puede recuperar si los ciudadanos de esta Comunidad toman conciencia de su importancia.

Este recorrido por la historia de Radio Televisión Madrid a través de fotografías, carteles y vídeos está estructurado en tres partes:

1985-1997 Los inicios

El 2 de mayo de 1989, durante el gobierno del socialista Joaquín Leguina, comenzaron las emisiones de Telemadrid. Unos años antes, en febrero de1985, Onda Madrid iniciaba sus transmisiones. Ambas nacieron con la vocación de ser un servicio público para todos los madrileños.

Pese a la falta de medios propios en aquellos primeros años (los informativos y las emisiones se realizaban desde la agencia EFE y los programas se grababan en antiguos cines reconvertidos en platós) la irrupción de Telemadrid en el panorama audiovisual de nuestra Comunidad fue una bocanada de aire fresco. Programas como Madrid Directo (1993) o La Noche se mueve (1992) con el Gran Wyoming (el primer late night español) fueron referencia a seguir e imitar a nivel nacional.

Sus informativos eran objetivos, plurales, libres, pegados a la calle y cercanos a la realidad social. Sus retransmisiones deportivas daban cabida a todas las modalidades y equipos de nuestra región. Sus documentales, sus programas culturales, formativos (A saber) y de servicio público (TeleEmpleo), también consiguieron algo muy importante: dotar de una identidad y sentimiento propio a todos los madrileños.

El cambio del partido en el gobierno de la Comunidad de Madrid en 1995, con la llegada del popular Alberto Ruiz-Gallardón a la presidencia, no afectó a la independencia de Telemadrid ni a la credibilidad de sus informativos. Telemadrid y Onda Madrid se afianzaron como uno de los medios de referencia en Madrid. Los madrileños confiaban en su radio televisión pública.

1997-2003 La consolidación

El 11 de marzo de 1997 Telemadrid y Onda Madrid dejaban a un lado la provisionalidad y se trasladaban al actual edificio en la Ciudad de la Imagen.

Por fin éramos una radiotelevisión con sede propia, instalaciones y medios técnicos modernos y con la mayoría de la plantilla ingresada por convocatoria pública.

Los trabajadores de Onda Madrid y Telemadrid recorrimos la ciudad y la Comunidad de punta a punta. No hubo un barrio, un pueblo, un colectivo, una denuncia social que no tuviera la atención de las cámaras y los micrófonos de nuestra radiotelevisión pública.

En este período se afianzan programas como Madrid Directo que acumularía en su historia 63 premios, incluido el Ondas, o Sucedió en Madrid. Se ponen otros en marcha como CyberClub (premio de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión y finalista en los Emmy como mejor programa infantil), Telenoticias sin Fronteras o Mi Cámara y Yo, que estrechan la complicidad de los madrileños de todas las edades con su radiotelevisión pública autonómica.

En 1998 Telemadrid alcanza su máximo nivel de audiencia: un 20,6%. A la vez, la empresa reduce sustancialmente el déficit acumulado durante los años en que no contábamos con instalaciones propias.

En 1999 el Partido Popular, con Alberto Ruiz-Gallardón como cabeza de lista, repite mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid. Pero la independencia informativa de Telemadrid no se resiente. Valga reseñar que en 2003 Telemadrid retransmitió en directo las manifestaciones contra la guerra de Irak, siendo presidente del país José María Aznar.

Ese mismo año, 2003, Esperanza Aguirre sustituye como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid a Alberto Ruiz-Gallardón y el PP pierde la mayoría absoluta. Se posibilita así un gobierno de coalición entre el PSOE e IU, pero el 10 de junio dos diputados socialistas, Tamayo y Sáez, impiden la investidura como presidente del socialista Rafael Simancas obligando a repetir las elecciones autonómicas. En octubre el PP consigue la mayoría absoluta.

La investidura de Esperanza Aguirre como presidenta de la Comunidad de Madrid será el principio del desmantelamiento de la radiotelevisión pública madrileña. Una Telemadrid que Aguirre se encontró razonablemente saneada y con más del 17 % de audiencia.

2004-2013 El desmantelamiento

Lo primero que hizo Esperanza Aguirre fue nombrar a su antiguo jefe de prensa, Manuel Soriano, como director general de Telemadrid. Su objetivo no era otro que imponer el control ideológico y partidista de los informativos y del conjunto de la programación.Y para ello Soriano nombró a Agustín de Grado, entonces subdirector de “La Razón”, como director de informativos.

También tenían que facilitar negocios privados con dinero público. El elegido fue Ángel Martín Vizcaíno, hombre de confianza del hoy presidente regional Ignacio González desde sus lejanos tiempos en el Ayuntamiento de Madrid. Es significativo que a finales de 2004, un año escaso desde la llegada de la nueva dirección, una auditoría interna, encargada por el entonces presidente del Consejo de Administración, Álvaro Renedo, reflejase la total falta de transparencia en los gastos e irregularidades graves en la contratación con empresas privadas.

El punto de inflexión en la manipulación informativa llegó con el 11-M. La sobreimpresión de un sello de ETA en un documental sobre los atentados fue la gota que colmó el vaso. El 80 % de la redacción dejó de firmar las noticias, dimitieron media docena de mandos intermedios de la redacción y se creó un Consejo Provisional de Informativos.

La dirección comenzó a reducir contratos de técnicos fomentando la externalización de servicios y, a la vez, incrementó los contratos de redactores afines ideológicamente, relegando a los redactores por oposición al ostracismo. Era la ya tristemente famosa “redacción paralela” de Telemadrid.

Según crecía la manipulación informativa y el despilfarro de dinero público, aumentaba la resistencia de trabajadores y sindicatos. En 2005 el 75% de los trabajadores votó en referéndum el cese de Manuel Soriano. Y en 2006 CCOO, CGT, UGT y trabajadores no afiliados crearon la plataforma SALVEMOSTELEMADRID que al año siguiente, en 2007, denunciaba en Bruselas ante el Parlamento europeo la situación de Telemadrid.

Los trabajadores lucharon contra el desmantelamiento de la radiotelevisión de los madrileños con todos los medios a su alcance (denuncias en redes sociales, medios de comunicación, FAPE) incluidas decenas de huelgas que en varias ocasiones acabaron con la pantalla en negro por la negativa de la Dirección a decretar servicios mínimos. En diciembre de 2006, la Dirección expedientó a varios miembros del comité de empresa y despidió a uno de ellos, despido que la justicia declaró nulo con posterioridad.

Con la audiencia por los suelos, debido a la pérdida de la credibilidad informativa, la plantilla hinchada por la redacción paralela y la deuda triplicada por la “gestión” de los directivos, en mayo de 2012 Ignacio González anuncia a los sindicatos su intención de hacer un ERE en el EPRTVM. El 12 de enero de 2013, 861 trabajadores, la mayoría fijos por oposición, son despedidos por “motivos económicos”. Informaciones posteriores no han hecho más que confirmar nuestras denuncias y aumentar las sombras de dudas sobre la vergonzosa y dudosa gestión del dinero público por parte de políticos y directivos.

Ésta es la historia de una trama política y económica que ha sacrificado una empresa pública por intereses ideológicos y económicos personales y que acabó con el futuro de 861 trabajadores inocentes.

Ésta es la historia del desmantelamiento de una radio televisión pública indispensable para el buen funcionamiento democrático de la sociedad madrileña, que fue, puede y debe volver a ser viable, libre, diversa y objetiva.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *